06 mayo 2010

CURRO DÍAZ SALVA LA TARDE

Díaz. Foto de archivo de Pastor

CURRO DIAZ SALVA LA TARDE
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

La estética y la elegancia del torero de Linares ha salvado una plúmbea tarde, la primera de una depauperada feria isidril, con demasiados carteles flojos y cuya esperanza solo se sustenta en el ganado que se lidie, pues como ya viene siendo habitual, por fortuna en la capital de España aún se ven variados encastes.

Hoy le tocaba a una rama de Juan Pedro el viejo por la parte de uno de los hermanos, Salvador, que se anunciaba El Torero, y la verdad, no ha sido una buena tarde para el gandero, ni para el comienzo de esta feria. Además es conveniente recordar que esta ganadería en concreto de Salvador Domecq, es una ganadería sucedánea de la de Toros de El Torero, y ya se sabe que lo sucedaneo no es lo mejor. Toros mal presentados como el segundo. Bueyes, como el quinto, no son propios de la plaza de Las Ventas. Una escalera en presentación, y un fiasco en casta. Sosos en su mayoría y bastante justos de fuerza. El toro mejor presentado, el sexto hubo de ser devuelto a los corrales por inválido.

La estoca de Curro Díaz al cuarto de la tarde fue antológica, por si sola valía la oreja que se le concedió, pero además el jienense puso los muletazos, más estéticos y más elegantes de la tarde en una faena justa y medida, proporcional a la justeza de fuerzas del toro.

Los devaneos de los otros espadas del cartel con sus respectivos lotes se vieron entre bostezos y cabeceos somnolientos. Juan Bautista detalloso y voluntarioso, y Gallo valentón en el tercero y en el sobrero sexto le anotamos una serie pasable y un arrimón final intranscendente.

¡Aquí paz y allí gloria!

FICHA:
San Isidro. La primera.
Se han lidiado cinco toros de Salvador Domecq, bastante desiguales de presencia. Sin fuerzas y sin casta. Una corrida que en su conjunto no debió pasar el reconocimiento y por consiguiente no aparecer por Madrid. En sexto lugar se corrió un sobrero de Navalrosal, sin clase. Curro Díaz, pinchazo, otro hondo y descabello, (silencio). Buena estocada, (oreja). Juan Bautista, estocada caída, (silencio). Pinchazo, media y dos descabellos, (silencio). Eduardo Gallo, estocada, (silencio). Dos pinchazos, aviso, otro pinchazo, estocada, (silencio).

Saludó Curro Robles tras parear al quinto por pundonor.

Los del siete se acordaron de Salvi, fallecido el pasado año, mostrando una pancarta en la que se leía "¿A quién defiende la autoridad?" Grito que solía oírse de su boca y que hoy hubiera cobrado autentica validez, pues Muñoz Infante no debería haber admitido ni uno solo de los toros de Salvador Domecq.

Algunos toros derribaron en varas no precisamente por sus fuerzas sino porque a los caballos se les veía pasados de droga.

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