Publicado en la revista Blanco y Negro. 26 de mayo de 1996
Siempre me llamó la atención la aparición en el Planeta de Los Toros de esta torera madrileña. Me llamó la atención y en realidad no me disgustaron sus maneras y su concepto del toreo. Había algo en ella que imantaba lo eterno y hacia que siempre se le esperara. Hubo triunfos importantes, poco rentabilizados, y hubo personajes a su alrededor que la protegieron demasiado. Su padre lógicamente el primero. El mundo del toro es poco fiable "en su rededor" y sus gentes, altaneras y orgullosas, no son precisamente "gentlemanª , lo que contrasta con su riguroso sentido del compañerismo y del deber, que lo llevan en los tuétanos.
Sea como fuere Cristina Sánchez representó un revulsivo y una ilusión con parada y punto final, el día que se enamoró... o quizás ya estaba dolida de tanta zancadilla cuando se... enamoró
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