13 agosto 2012

PADILLA UNA OREJA POR HACER CUCAMONAS


Padilla en la vuelta al ruedo. Foto Ramón
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

Málaga. 12 de agosto. PATRAS SE LLAMABA EL PERRO DEL ABUELO DE HEIDI

No le quedó más remedio, al presidente don Ildefonso del Olmo, que concederle una oreja a Padilla por hacerle cucamonas al moribundo cuarto de la tarde. Aquello no tuvo ni mérito, ni importancia, pero el jerezano decidió tirar de recursos para calentar al personal. Ese personal es “El Mundo Feliz” quien ardorosamente pidió el trofeo como si Padilla hubiera estado cumbre con el toro. La gente le gritaba ¡torero, torero! por haberle hecho cucamonas a un toro inválido que había brindado al futbolista Joaquín y al que despachó con un pinchazo hondo. El presidente cumplió, y punto pelota.

En su primero había estado poco esforzado, terminando pronto el trasteo, sobre todo cuando el animalito parado comenzó a defenderse. De los seis pares de banderillas en su haber, solo el último tuvo corrección por riesgo.

Rivera con los palos
También puso banderillas Rivera Ordóñez que ahora quiere emular a su difunto padre, el verdadero Paquirri, que Dios tenga en su gloria, en evitación de la desesperación que le causaría ver a su hijo poner banderillas. De los seis, solo tuvo mérito el último que puso por dentro marcando la salida por fuera de las tablas.

El hijo de Paquirri matando
 De su primera faena nada de historia y mucho de vulgaridad, y de la segunda, mucho de vulgaridad con trapazos de uno en uno.
El Fandi en su tercio. Foto Ramón 
El Fandi muchas banderillas, mucho parar toros con la mano al modo de “tente necio”, corriendo “patrás” es decir yendo a la carrera hacia atrás. Como aquel viejo y blanco perro del abuelo de Heidi, por el nombre y por las faenas, bueno y por las banderillas, todo “patrás, patrás”, en definitiva, sin avance. No quiso ver a ninguno de su lote, les ponía la muleta de mentira, cuando pasaba el toro se quitaba el torero. Como en una función de toreo cómico, que es como no lo impidan los propios, en lo que va a derivar este cartel, que algún tonto el haba tituló de mediáticos, que aplaudió porque llevaba gente a la plaza, y que pregonan como si fuera a salvar el toreo. Que le pregunten a Chopera cuanto ha hecho hoy de caja con este cartel tan famoso, o al empresario de Marbella, los otros domingos.
El moribundo tercero
El sexto devuelto
Con todos mis respetos al equipo de veterinarios de don Ildefonso. No, esa birria de escalera de toros en La Malagueta es imperdonable. Se que se han visto muchos toros, se que hubo baile de corrales, pero para ver la escalera de toros de El Torero que han salido hoy al ruedo, mejor haber aprobado los primeros, y yo no diré aquello de que vistos estos ¿como serían los otros? Da igual, si el equipo tiene criterio, nunca jamás se puede lidiar una corrida así en Málaga, nunca. El primer toro escurrido, sospechosamente afeitado. El segundo terciado. El tercero correctamente presentado. El cuarto un novillo regordío. El quinto, el guarín de la camada. El sexto bis en tipo, hasta incluso rabón. Todos justos de fuerzas, el sexto por inválido al corral. Todos se pararon. Todos descastados. Un saldo de toros cinqueños que solo sirvieron para la carne.

El simulacro de suerte de varas
Finalmente advertir que los areneros no pueden ni deben tirarse diez minutos arreglando el ruedo después de cada toro, una vez arrastrado, hay que aligerar los tiempos para que los festejos no se hagan pesados, siéndolo ya de por si.

¡Aquí paz y allí gloria!

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