11 mayo 2013

SAN ISIDRO 2013. TERCERA DE FERIA.


El quinto de Carmen Lorenzo, un gran toro
NADIE LE TOSE
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio

El toreo a caballo está importante. Pasar de ser el numerito del caballito en las ferias, a tener entidad propia, con carteles únicos y exclusivos, ha sido todo un hito que en justicia se le debe a Pablo Hermoso de Mendoza, y en justicia, a todos los anteriores rejoneadores del panorama taurino. Sin embargo a Diego Ventura, hoy en día, no hay quien le tosa y pasada su travesía del desierto se consolida como uno de los grandes rejoneadores de la historia de la tauromaquia. Cortó una oreja en el segundo y no cortó las dos por causa de defecto en la colocación del rejón de muerte. Y lo mejor es que no le importó, la ambición, el ansia ha dejado de ser un complejo, que por cierto le trajo muchas temporadas a mal traer. Sin embargo su vestimenta no dice verdad de su elegancia torera, la chaquetilla de Mariachi con la que aparece en sus últimas actuaciones es de lo más cutre que se recuerda en ropa de rejoneador, y a mí personalmente me gustaría verlo rejonear en monturas vaqueras.
Con Maletilla atornilló al toro en la grupa parándolo. Con Nazarí brilló en dos pistas. Y con la yegua Milagro hizo milagros en los quiebros, para que luego digan de las yeguas.
Pero en el cuarto, si cortó las dos orejas. Con Buenavibra paró  bien, y esta vez por  derecho. Con Pegaso, el temple personificado, nos arrebató. Y con Ordoñez vibró en piruetas. Luego vino el circo de Morante con los bocados, y nos hecho la sal. Colorao se deja llegar mucho y le tropieza en el embroque de la suprema. Y Madrid, festero o no, se rinde. Yo me rindo.
Confirmaba la alternativa Mariano Rojo y sacó a un caballo castaño morcillo muy alto, Requinto, aparejado con montura mixta y sudadero. No solo se abusa de los bocados portugueses, de las monturas mixtas, algunas veces de las martingalas, y ahora este debutante en Las Ventas, le pone un sudadero a una montura mixta. Deberá llegar la hora de que alguien, léase autoridad taurina o equina, pongan orden en estos desmanes. La tradición no está reñida con la evolución, pero si con el mal gusto. Aseado estuvo con los de castigo. A  Goya le hizo sangre en los ijares, y protestó de la boca. Discreto en los dos palos. Luego Góngora y Seneca, nombres rimbombantes que a ver si por ciencia infusa, le ponen al chaval sabiduría. No va mal pero le hace falta retruécano para sobrevivir en esto. El toro de Carmen Lorenzo de la alternativa muy bueno. En general la corrida, desigual de presencia, ha sido extraordinaria, algunos toros acometían con menos pujanza pero yo compro veinte corridas como esta para la temporada. Al quinto le cortó una pueblerina oreja, que le vale para su colección.
Leonardo Hernández el sin zahones. Está mutilado de caballos. Mucho Méjico, y mucho cuento y tiene allí secuestrados los equinos. Hizo un apaño para este compromiso rescatando de su cuadra caballos que ya estaban parados, como Amatista y algunos prestados. Leonardo estuvo muy rápido, con galopadas excesivas, con frenazos que hieren los asientos de la boca de los animales, y una electricidad impropia de un rejoneador con tablas. Si no se está para venir a Madrid, no se viene, pero a Hernández lo que le pasa por el alma pasa por el ruedo. A pensar.
Alguna vez los rejoneadores inteligentes deberían pararse a pensar que una vez que ponen el rejón de muerte tendrían que quedarse en el caballo y no desmontar como locos para calentar a la gente y cortar la oreja. En muchas ocasiones lo que ocurre es que el toro los desaíra. Cuestión de inteligencia.
¡Aquí paz y allí gloria!

No hay comentarios: