Ana Rita fue la triunfadora al cortar una oreja al segundo de su lote, de la ganadería de Hermanos Peralta, que en general dieron buen juego. Aquí la vemos clavando banderilla con poco ajuste.
La rejoneadora portuguesa no tiene una cuadra puesta y eso le dificulta el manejo de los caballos que suponen un esfuerzo más en el conjunto de la lidia. Su manera heterodoxa de rejonear, le lleva a comunicar con el público, pero estéticamente ayuna de temple.
Lea Vicens en contraposición puso en la tarde el toreo clásico y bueno, con una buena cuadra domada y puesta en la mano que le ayudó en su labor. Sin embargo su insistente fallo con los aceros de muerte le estropearon la tarde. Después de los tres avisos le echaron su primer novillo al corral, y en el que cerraba plaza tras de dos avisos dio una vuelta al ruedo mas bien por su cuenta.
Aquí Lea en una posada bien conseguida adornándose, abajo, ambas rejoneadoras saludando a la presidencia.
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