EL CID Y VICTORINO FRACASAN EN LAS VENTAS.
Por Agustín Hervás
Onda Cero Radio.
Luis Miguel. Exterior de Las Ventas. Foto Paco Rodriguez.
Es el segundo rotundo fracaso que veo en esta plaza esta temporada. Fandiño con seis toros. El Cid con seis toros. Le va a pesar mucho esta tarde al sevillano. Lo malo que tiene el toreo es que es de memoria frágil y la gente de Las Ventas empieza a recordar que este torero fue un torero bueno pero sin espada, y que ahora está en franca decadencia. Ya se que de los árboles caídos es fácil hacer leña, pero vengo advirtiendo a la afición que me sigue, que El Cid ha perdido toda voluntad de ambición y sufre una lucha interna entre el querer y no poder que lo está consumiendo, por eso no le vendrían mal unas vacaciones. En todas las empresas las dan a trabajadores corriendo, en el ejercicio de su trabajo, menos peligro que este.
Pero también ha fracasado Victorino. No puede traer a esta plaza toros tan impresentables como los primeros. Esta afición ha sido tratada como cualquier otra de provincias, y aunque todas merecen dignísimo respeto porque pagan su entrada, estamos acostumbrados a ver como Victorino engaña aquí y allí, y ahora en la plaza que le ha dado todo. ¡Claro, ya se sabe que cuando uno es rico mira con altanería!
Dicho esto, considero que no es de recibo que la afición madrileña no se haya pronunciado por la deficiente presentación del ganado, lo que demuestra la animadversión que siente por unas ganaderías, y no por otras.
Y también tiene culpa la autoridad que ha perdido el norte en esta plaza. Hemos visto toros impresentables en esta feria, que nada tienen que ver con el prototipo racial, vulgo, trapío, y se han aprobado. Error. Insisto que como en la vida cotidiana, los listones del esfuerzo para conseguir metas, se han bajado. Por eso nuestros estudiantes son más lelos y nuestros toreros más torpes.
Sépase que el primer Victorino fue chico, enano, pero bueno por ambos pitones. Bueno como cualquier otro toro de otro encaste. Por cierto que toda la corrida ha venido mas en el punto de Albaserrada que de Saltillo. Menos viveza, menos peligro, más fondo bueno. Pues a este primero El Cid solo le recetó una buena tanda de naturales y pare usted de contar. El resto del trasteo muy normalito, terminando con un vil metisaca en el ijar derecho que acabó con el torucho en tierra. El segundo terciadito pero impresentable también. En la muleta pareció malo pero cuando metía la cara podía ser. El Cid dijo que no era bueno. No se empleó para ver que pasaba y en haciéndole varios feos, los toros no hacen caricias, lo pasaportó de media. Fue pitado el toro.
El tercero correcto en la presentación que se dejó pegar en varas y cumplió en banderillas. Llegó a la muleta bondadoso pero sin recorrido a penas. El Cid usando la técnica del despiste le cortó los viajes, porfió, y hasta aquí llegó.
El cuarto un toro avacado, sin rematar. Se deja y el hermano de Espartaco lo masacra en varas. De resultas el toro se para y se lleva en banderillas a Pirri que se va a la enfermería con una cornada en la axila. Consecuencia el toro no pasa en la muleta aunque a veces metía la cara y nos entraba la duda de si debió ser enseñado a embestir, mejor y más. Duda despejada. Manuel Jesús El Cid no está para hacer esfuerzos.
El quinto correcto de presentación. Un dije en los primeros tercios. Y en el último no pasa. El torero lo deja por imposible. Esta vez está justificado.
El sexto cumple en varas y es ovacionado Tito Sandoval solo por echar el palo con torería, porque el puyazo bueno lo dio Francisco María que guardaba la puerta. Otro que no pasa en la franela o quizás que ya no hay ganas de que pase, y de que no pase nada en toda la historia venidera del Cid.
No tengo más que contar. Ah sí. La única ovación fuerte de la tarde fue para el torero cuando rompió el paseíllo. Triste, muy triste todo esto.
¡Aquí paz y allí gloría!
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